La Escuela del Agua se vuelca con la iniciativa solidaria «Proyecto Agua» de Proemaid

En el año 2016, la asociación Proemaid ponía en marcha una bonita iniciativa denominada «Proyecto Agua», que tiene como principal objetivo que los niños refugiados consigan perder el miedo al mar, poniendo en marcha actividades formativas y lúdicas en las que el agua es la protagonista. En este verano de 2018, la Escuela del Agua, un centro de iniciación, enseñanza y perfeccionamiento de las actividades acuáticas y la natación, se ha unido a este extraordinario impulso, colaborando con la presencia en la isla griega de Lesbos de nuestro coordinador técnico, Jacobo Díaz Jargüin, que está formando parte como voluntario de este proyecto.
El «Proyecto Agua» se ubica en la playa de Pikpa, en la isla griega de Lesbos, lugar en el que se encuentran varios campos de refugiados a la espera de poder regularizar su situación, después de haber vivido auténticas pesadillas en el mar Mediterráneo a bordo de precarias embarcaciones que partían desde sus países de origen soñando con un futuro mejor en tierras europeas. La asociación Proemaid, una institución sevillana que ha mostrado en numerosas ocasiones su sensibilidad con este asunto, ha detectado que muchos de los niños que viven en estos campos de refugiados han desarrollado numerosos traumas relacionados con el mar, ya que su primer contacto con este medio fue de noche, en una una barca atestada de personas, sin saber nadar, mojados y con frío, viendo las caras de pánico de los mayores cuando la travesía se complicaba o cuando el mar se tragaba a alguno de sus familiares.
Así, gracias al «Proyecto Agua», los niños salen durante unas horas de sus campos de refugiados, por lo que rompen la rutina, y por otro lado pierden el miedo al mar gracias a los juegos propuestos por los voluntarios. El objetivo principal es que estos pequeños, que tienen toda una vida por delante, pierdan el miedo al mar y hagan progresos en su socialización.
El programa se está desarrollando en una playa cercana al campo de refugiados, donde están participando niños de todas las edades, una playa en la que los voluntarios han instalado un área acotada por corcheras para mayor seguridad de los pequeños. Además se trata de un proyecto que también cuenta con una vertiente centrada en el medio ambiente, ya que los voluntarios están realizando batidas para la conservación de la limpieza de la isla, retirando los residuos que se encuentran en la playa.
La Escuela del Agua aplaude esta iniciativa, que trata de mostrar a los más pequeños que el medio acuático no tiene porqué suponer ningún trauma y convierte estas actividades en una herramienta magnífica para que los más pequeños puedan olvidar por unas horas la difícil situación que viven sus familias en los campos de refugiados griegos.
La filosofía que defiende la Escuela del Agua se identifica plenamente con la el carácter de este admirable proyecto, que estamos convencidos que nunca será olvidado por todos los participantes y voluntarios.